Hetero, Santa Omnipotente

5°acto: La expedición. Parte 3

De hecho, nos tomó un día y medio. Nos tomamos descansos en el camino y, me preocupaba que fueran por mi bien. Viajar en carruaje me pasó factura, aunque no me afectó mucho en mi breve viaje a la capital. Afortunadamente, Yuri sugirió que periódicamente conjurara curación en el camino, lo que realmente ayudó.

Aunque el viaje me costó mucho físicamente, tuvo menos impacto mental, aparte de lo maltratada que quedé por el desgaste físico. Yuri jugó un papel importante en mantenerme ocupada. Nuestra lección a lo largo del camino se centró en la expedición, por lo que terminó más como una conferencia sobre ataques que sobre magia.

Yuri me enseñó sobre mi papel en el campo de batalla, aunque dijo que en su mayor parte, simplemente estaríamos patrullando. Habiendo crecido en el pacífico Japón, no tenía absolutamente ninguna experiencia en guerras, por lo que, en general, la lección fue invaluable.

Sin embargo, duró sólo unas pocas horas porque durante nuestro segundo descanso, casualmente le conté a Yuri sobre las hierbas mejoradas. Quería agradecerle por el consejo que me había dado. Por supuesto, la conversación fluyó naturalmente en la dirección de cómo logré la mejora e, inevitablemente le conté sobre la magia misteriosa…

Cuando dije despreocupadamente, —conjuré un hechizo pero realmente no sé lo que hice, —la mirada en sus ojos cambió de inmediato.

Oh, oh, pensé, pero ya era demasiado tarde.

Si Albert, quien estuvo con nosotros durante uno de nuestros descansos fuera del carruaje, no hubiera intercedido, nos habríamos quedado parados en el lugar para siempre. Agradecí su gentil sugerencia de que reanudáramos nuestra discusión en el interior del carruaje. No habría sido genial para mí si otros escucharan nuestra charla.

Después de eso, discutimos la magia que había usado en las hierbas el resto del camino. Aunque, fue más una interrogación que una conversación. Yuri no tenía idea de lo que había hecho, así que siguió haciéndome todas esas preguntas. Quería que le mostrara la magia, pero cuando le confesé que no la había conjurado con éxito desde entonces, se desanimó. No es de extrañar.

Sin embargo, le aseguré que estaba practicando con la esperanza de poder mejorar más hierbas y que le mostraría una vez que averiguara cómo hacerlo de nuevo. Eso lo animó un poco.

Así fue como pasamos nuestro tiempo hasta llegar al primer campamento, donde nos reunimos con los caballeros de la segunda orden y la corte de magos. Había asumido que éramos un grupo especialmente grande, pero aparentemente viajábamos con el mismo número de personas que la última expedición. En general, participaban muchas más personas que nuestro viaje al bosque del sur.

Supongo que el bosque oeste realmente debe ser un problema si incluso han traído gente para preparar el campamento. Comparativamente, el bosque del sur fue un viaje de campo.

Debido a toda la gente, los caballeros iban acompañados de sirvientes para atenderlos. Gracias a estos sirvientes, pude holgazanear en el carruaje hasta que todo estuvo listo. Aunque, ayudé con la cocina a pedido de los caballeros de la tercera orden. Sabían lo bien que se cocinaba en el instituto, así que no pude negarme. En realidad, yo prefería la comida deliciosa, así que ni lo dudé.

Mientras cocinaba, me sorprendió gratamente encontrar hierbas entre los ingredientes que habían traído. ¿Jude o Johan, quizás? De todos modos, felizmente las incluí en mis platillos.

Será obvio que las habilidades físicas de todos mejorarán mañana… pero no debería haber una conexión obvia, ya que esta es la cena y todos se van a dormir después, ¿verdad? Pensé, así que no dudé en poner todo de mi parte en la comida.

La cena fue un gran éxito entre los miembros de la tercera orden. Johan me había advertido que no debía cocinar en público, pero los caballeros de la tercera orden ya sabían lo que podía hacer, así que no tenía sentido intentar ocultarlo ahora.

Al día siguiente, partimos de nuevo hacia el bosque oeste y llegamos un poco después del mediodía. Todavía no habíamos comido, así que nos detuvimos a almorzar.

Después de enterarse de la deliciosa cena de la tercera orden la noche anterior, los caballeros de la segunda orden y la corte de los magos querían que yo también les cocinara. No había forma de que pudiera administrar una comida para tanta gente por mi cuenta, así que supervisé e hice que otras personas hicieran gran parte del trabajo. Ya que estábamos a punto de comenzar la expedición, habría sido útil si hubiera encontrado una manera de amplificar las habilidades de todos, pero como Johan me lo prohibió, probablemente fuera bueno que no lo hiciera.

Desde el primer bocado, mis recetas también fueron un gran éxito con la segunda orden y la corte de magos.

Después del almuerzo, decidimos que nos dirigiríamos al bosque para una inspección mientras aún había luz. Sin embargo, yo debía quedarme a esperar, ya que sólo iban a explorar.

Siendo la novata que era, seguí sus órdenes sin dudarlo. Sin embargo, como tenía tiempo de sobra, obtuve permiso para buscar hierbas que crecían en las inmediaciones del bosque. Después de todo, no quería perder la oportunidad después de haber venido hasta aquí.

Amablemente, Albert se ofreció a ser mi escolta. Yuri, por otro lado, estaba muy feliz de unirse a los exploradores. Dijo algo sobre la necesidad de un calentamiento.

En nuestro tercer día después de salir del palacio, finalmente entramos en el bosque. Aunque era mediodía, la densidad de los árboles en el bosque oeste atenuaba el sol. Los bosques del este y del sur eran mucho más claros, incluso cuidados, probablemente debido al número de estudiantes de la academia que circulaban por ellos. La claridad de esos bosques hacía que éste pareciera aún más oscuro.

Nos dividimos en varios grupos. El mío consistía de algunos caballeros de la tercera orden, Albert y Yuri. Debido a que el gran mago estaba con nosotros, teníamos la mitad de magos que los otros grupos. Pensaba que nuestro grupo no incluiría a Yuri, pero él insistió, diciendo que no estaría bien que me pasara algo.

Pensé que tener tanto a Albert como a Yuri en mi grupo nos haría exorbitantemente fuertes, pero Yuri no cedió al respecto. Además, estaba bastante segura de que la verdadera razón por la que Yuri quería estar en mi grupo era por su investigación.

Albert me sorprendió más. Como comandante de los caballeros, usó su autoridad para quedarse con nuestro grupo, aunque normalmente habría sido más juicioso y prestado su fuerza a cualquier grupo rezagado en esa área. Al final, sólo cambió la distribución del resto de miembros.

Definitivamente somos demasiado poderosos.

Pronto pude ver a mi primer monstruo, pero ni siquiera tuve tiempo de asustarme antes de que Yuri lo aniquilara con un alegre murmullo. Incluso Albert se rió entre dientes mientras mataba a un monstruo que saltó hacia él desde un costado.

Yuri había dicho que no había ido de expedición en un tiempo y, tenía un cierto brillo infantil en su mirada, pero no parecía en absoluto fuera de práctica. De hecho, estaba lanzando hechizos más poderosos de los que había visto en los campos de entrenamiento. Sabía que era fuerte, pero sólo ahora me daba cuenta de lo cierto que era eso.

Supongo que tiene sentido que alguien de su rango sea tan hábil, ¿verdad? Hablando de eso, ¿eso significa que Albert es tan poderoso como él? ¿Y estoy en un grupo con los dos? Realmente somos un equipo atroz.

— ¡Ups! —Había estado tratando de prestar atención a mis propios pies, pero, por supuesto, mis dedos se engancharon en una raíz. Probablemente me habría caído si Albert, quien caminaba a mi lado, no me hubiera atrapado.

— ¿Estás bien?

—S-Sí, gracias.

No sólo era difícil ver nuestros pies debido a la falta de luz, hojas resbaladizas cubrían el camino. La ausencia de árboles pequeños me llevó a suponer que habían sido talados con anticipación, pero aún era difícil avanzar, especialmente porque no podíamos sólo mirar nuestros pies todo el tiempo. Era un poco enigmático.

Enderecé mi postura y noté que Yuri tenía una mano en su barbilla y parecía estar perdido en sus pensamientos. ¿Qué le pasa?

— ¿Sucede algo, gran mago? —Le pregunté.

—Oh, no, es sólo que no pude evitar notar que parece haber menos monstruos que antes, —dijo.

Teniendo en cuenta que era mi primera vez aquí, no podría decirlo con certeza. Miré a Albert en busca de confirmación, que me dio con un asentimiento.

— ¿Es por la última expedición? —Le pregunté a Albert.

—Podría ser, pero parece que hay incluso menos de los que debería haber, —respondió.

Ambos tenían miradas pensativas mientras sopesaban esto. Sin embargo, no obtendría respuestas sólo pensando, así que Yuri comenzó a hacerle preguntas a Albert mientras caminábamos.

—Hubo más la última vez, ¿verdad? —Preguntó Yuri.

—Sí. He mantenido la cuenta.

—Y tampoco hemos visto a ningún debilucho, ¿verdad? Hasta ahora, sólo nos hemos encontrado con monstruos de nivel medio.

—Ahora que lo menciona… Sí, tiene toda la razón.

Yuri me miró. Albert también siguió su mirada hacia mí.

¿Eh? ¿Qué? Incliné mi cabeza hacia ellos en confusión.

Yuri asintió como si hubiera llegado a una conclusión.

— ¿Seguimos? —Preguntó Albert.

—Sí, vamos.

¡Oigan, vamos, no me dejen a oscuras!

Contemplé exigir una explicación, pero perdí mi oportunidad ya que inmediatamente nos encontramos con otro monstruo.

A medida que continuábamos, los intervalos entre los encuentros con monstruos disminuyeron poco a poco. Justo cuando pensé que teníamos que estar bastante adentrados en el bosque, las personas frente a mí se detuvieron.

Me pareció extraño, pero Albert, que estaba a mi lado como de costumbre, me lo explicó. —Desde este punto en adelante, nos encontraremos con los monstruos más fuertes, por lo que solemos tomarnos un momento para prepararnos.

—Ah, ya veo.

Un mago de nuestro grupo lanzó hechizos de magia sagrada para mejorar las capacidades ofensivas y defensivas.

Yo también debería ayudar. Me moví hasta una buena ubicación y me preparé para conjurar mi propio hechizo de efecto en área. Lancé mi magia en mi entorno con protección en área, el cual era un hechizo para aumentar la defensa contra ataques tanto físicos como mágicos.

La versión básica del hechizo era protección, el cual sólo podía lanzarse sobre una persona. También había hechizos de protección física y protección mágica. Sin embargo, Yuri me había enseñado el hechizo para lanzar ambos a la vez, ya que para mí, era más fácil de usar. Sin mencionar que costaba menos maná.

Aparentemente, conjurar cualquier tipo de protección se consideraba difícil, pero yo lo había logrado con relativa rapidez. Estaba segura de que mi nivel de magia sagrada infinita tenía algo que ver con eso.

En realidad, la primera vez que lancé protección en área, Yuri se rió con tanta fuerza que casi se cayó de espaldas. Me pareció un poco grosero, ya que él fue quien me enseñó. Tampoco estaba segura de si se rió porque había lanzado un hechizo de efecto en área difícil o por las miradas de asombro en los rostros de los otros magos, pero no dejé que eso me molestara. Después de todo, era un verdadero ahorro de tiempo lanzarlo como un hechizo en área en vez de hacer un montón de hechizos más pequeños uno a la vez.

Con nuestras defensas reforzadas, seguía la ofensiva, que era donde terminaba mi trabajo. Conjurar un hechizo en área tan potente había consumido una gran parte de mi maná, así que tomé varias pociones de calidad media. Los otros magos siguieron mi ejemplo. Podríamos haber esperado a que nuestro maná se recuperara naturalmente, pero íbamos a movernos pronto. Una vez que terminamos, el grupo se puso en marcha.

Todos parecían mucho más tensos que antes mientras nos dirigíamos a la parte más profunda del bosque. Los otros grupos habían tomado rutas diferentes, pero compartíamos un destino. Escuché que cuanto más nos acercáramos, más fuertes serían los monstruos y, esto pronto resultó cierto. También nos encontramos con monstruos cada vez con más frecuencia.

Hasta ese momento, los encuentros habían terminado rápidamente, pero las peleas también comenzaron a tomar más tiempo. Además, al principio nos encontrábamos con monstruos solitarios, pero ahora eran manadas. Una vez que terminábamos con un grupo, más monstruos se precipitaban hacia nosotros en un flujo incesante.

Había heridos. Tuve que unirme a los magos para brindar apoyo con curación. Gracias al entrenamiento especial de Yuri, podía conjurar con velocidad y eficiencia en mi primera expedición.

Albert y sus caballeros me protegían, así que me las arreglé para quedarme a salvo en la retaguardia, lo que creo que me ayudó a mantener la calma. Sin embargo, no pude evitar la creciente ansiedad.

—Ahora vienen en masa. ¿También fue así la última vez? —Preguntó Yuri entre un combate y otro. Tenía una mirada en sus ojos como si acabara de descubrir algo curioso.

—Sí, —respondió Albert, ya preparado para la próxima contienda. —Y empeorará cuanto más profundo vayamos.

—Eh. —Sonrió Yuri, riendo entre dientes mientras se lamía los labios.

Siento que una especie de interruptor prohibido se activó en la mente de Yuri.

En el segundo en que pensé eso, Yuri lanzó múltiples hechizos en rápida sucesión, destruyendo por completo una ola de monstruos que se dirigía hacia nosotros. Nunca lo había visto conjurar hechizos a esa velocidad.

Así que esto es lo que significa dominar tu magia. Me quedé atónita.

—Algo debe estar sucediendo más adentro, —reflexionó Yuri.

—La orden llegó a la misma conclusión, razón por la cual esta vez vamos a ir hasta las profundidades, —dijo Albert.

—Me pregunto qué podría ser.

Frente a la expresión casi depredadora de Yuri, los magos ahora tenían miradas resignadas. Estaban claramente familiarizados con ese interruptor prohibido. Realmente, Yuri se veía igual que cuando discutíamos sobre mi magia. Uno de los magos murmuró que ahora no había forma de detener al gran mago. Como tenía un presentimiento de a qué se referían, sólo me limité a seguirlos en silencio.

Nos adentrábamos cada vez más en el bosque, mientras matábamos a todos los monstruos que veíamos.

—Reflejar.

Ya había perdido la cuenta de nuestras batallas al momento de conjurar el hechizo de barrera que causaba que los ataques de los monstruos se reflejaran y los atacaran a ellos. Los caballeros aprovechaban estas oportunidades para contraatacar. Esta vez conjuré el hechizo en el momento justo.

—Buena sincronización, —dijo Yuri mientras yo me enorgullecía de mi misma.

—Gracias. —Sus palabras de alabanza realmente se sentían bien.

Sin embargo, ese sentimiento sólo duró un instante, ya que estábamos en movimiento nuevamente. No podíamos quedarnos en el mismo lugar por mucho tiempo o los monstruos se amontonarían a nuestro alrededor a la menor oportunidad.

Quizás porque nos estábamos acercando al corazón del bosque, el tiempo de descanso entre peleas era básicamente inexistente. De alguna manera, el aire también se volvió denso. Un sudor espantoso se deslizaba por mi espalda y la ropa se me pegaba al cuerpo. Según Albert, este sentimiento incómodo se debía a la densidad del miasma.

Entonces este es el miasma. Escuché que se condensa en las profundidades de los bosques.

Justo cuando llegamos al centro del bosque oeste, los caballeros que encabezaban nuestro grupo comenzaron a murmurar confusos. Albert y Yuri se dirigieron hacia el frente del grupo y, yo los seguí un paso detrás de ellos.

El lugar considerado el corazón del bosque era ahora una especie de cráter. Nos paramos en la cima y miramos hacia sus profundidades, donde bullía algo parecido a un pantano negro. Los monstruos salían arrastrándose uno tras otro.

Albert y Yuri miraron con tristeza el pantano. Debido a la distancia, los monstruos aún no nos habían notado, por lo que hablaron en voz baja.

— ¿Qué demonios es eso? —Preguntó Albert.

—Buena pregunta, —dijo Yuri.

Traté de respirar lo más silenciosamente que pude mientras miraba el pantano detrás de los dos hombres. Parecía que los monstruos no se alejaban de inmediato, permanecían en el perímetro del pantano durante algún tiempo. Había tantos que se apiñaban en el borde. Si uno de ellos se fijara en nosotros, el resto de la manada seguiría instantáneamente su mirada.

Realmente esperaba que eso no sucediera. No importaba cuán fuertes fueran Albert y Yuri, seguramente no podrían enfrentarse a tantas bestias. No pude evitar temblar ante el mero pensamiento. Sí, no hay forma de que salgamos con vida de aquí.

Sin embargo, cuanto más miraba el pantano, más extraño me parecía. El sólo hecho de mirar su absoluta oscuridad me llenaba de un terror insólito. Entre su color antinatural y los monstruos que se retorcían fuera de él, no había absolutamente nada normal en este pantano.

Peor aún, parecía que era la primera vez que mis compañeros lo veían. Tampoco parecían saber qué hacer con esta cosa espantosa.

Se supone que el miasma se condensa más cerca del corazón del bosque, así que… ¿eso significa que este pantano podría ser el miasma mismo?

Albert y Yuri se voltearon, señalando silenciosamente a sus hombres que se retiraran. Parte de la monstruosa horda se había puesto en marcha en nuestra dirección. Yo hice lo mejor que pude para no hacer ruido mientras seguía la orden.

Entonces, un grito estalló en la dirección en la que nos dirigíamos. Agucé la vista en la oscuridad y capté una tenue luz naranja.

¿Qué demonios? En el segundo en que pensé eso, la luz se convirtió en una llama ardiente, tragándose a todos los caballeros frente a nosotros. ¡Oh, no!

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